Comunicado del Venerable Thich Nhat Hanh ante los atentados del 11 de septiembre de 2.001
Para recordarlo hoy, 13 de junio de 2016
Toda violencia es injusticia.
Replicar violentamente a la violencia constituye una injusticia, no solamente hacia el otro, sino también hacia uno mismo.
Replicar violentamente a la violencia no resuelve nada; esto sólo consigue crear una escalada de violencia, de cólera y de odio. Sólo la compasión nos permite asir la violencia y hacerla desaparecer. Esto no se aplica solamente en las relaciones entre individuos, sino igualmente entre las naciones.
Numerosas personas en América consideran a Jesucristo como su Señor, su ancestro espiritual y su maestro. En momentos como éstos, se hace imperioso que obedezcamos sus enseñanzas. Jesús no nos ha exhortado jamás a replicar violentamente a los actos de violencia. Más bien nos ha exhortado a emplear la compasión ante la violencia. Los preceptos del judaÃsmo caminan en la misma dirección.
Lo que importa ahora, es reconocer el sufrimiento, abrazarlo y comprenderlo. Tenemos necesidad de calma y de lucidez para poder comprender nuestro propio sufrimiento, el sufrimiento de este pueblo y el sufrimiento del mundo. Es percibiendo la naturaleza del sufrimiento que sabremos el camino a tomar.
La violencia y el odio a los que hacemos ahora frente, han sido creados por la incomprensión, la injusticia, la discriminación y la desesperación. Todos somos corresponsables del estado de violencia y de desesperación del mundo por nuestra manera de vivir, de consumir y de administrar los problemas del planeta. Cuando hayamos asido la razón de esta violencia, sabremos lo que es preciso hacer y no hacer para atenuarla en nosotros y en el mundo, para hacer emerger y alimentar la comprensión, la reconciliación y el perdón.